Políticas reales, no amagos. Ahora sí toca.
La crispación de la vida política instalada en España llega al esperpento en la Comunidad de Madrid. Que una opción -la de la actual presidenta- acuñe el slogan “Comunismo o libertad” es la traslación ibérica del trumpismo más desvergonzado. Sin embargo este tono que promueve una parte de la política acaba contaminando el debate general y eso es bastante peligroso.
Lo es porque debilita la convivencia; pero lo es sobre todo porque las fuerzas políticas de izquierdas se pueden ver tentadas a que la disputa de ese terreno “cultural” o “simbólico” les lleve a descuidar las políticas reales y materiales, tan necesarias para la mayoría social. Necesarias para sostener el día a día de millones de personas, pero también para la caracterización que esas personas hagan sobre por dónde deben discurrir las políticas públicas en los próximos años.