Trabajo para la revista Grand Place, de la Fundación Mario Onaindia.
En los últimos años hemos asistido a sucesivas reformas de la legislación laboral en España, que han tenido como objetivo prioritario la devaluación salarial. Este objetivo se ha buscado a través de la desvertebración de la negociación colectiva, priorizando el ámbito de la empresa como el idóneo para fijar condiciones de trabajo (y particularmente “el precio del trabajo”) y por tanto, quitando capacidad a los ámbitos sectoriales para auto-regular la propia negociación colectiva. Y para terminar la lógica de las reformas se ha pretendido a su vez, debilitar el papel de los agentes sociales como interlocutores necesarios, por ser incompatibles con ese proceso des-regulatorio para la caída salarial.